Futuros diseñadores
El diseño
Muchas veces limitamos palabras como lo es el "diseño" a personas que tienen proyectos artísticos, y es casi que una vinculación inmediata con la palabra. Es una costumbre; carreras como el diseño gráfico, diseño de interiores o los mismos arquitectos nos hacen ver este ejercicio, uno que es exclusivo para carreras que tienen un grado de arte. En la pasada clase pudimos aprender un poco más sobre esta palabra y pudimos darnos cuenta que este concepto que tenemos es erroneo. El diseño está más presente en nuestra vida de lo que podemos llegar a imaginar.
Tan sencillo como decir que el diseño es convertir una idea en realidad. El diseño se puede entender como un proceso el cual aplicamos hasta en lo más cotidiano, como por ejemplo cocinar. La definición presentada en clase del diseño es la siguiente: "entendimiento de un problema que resolver". Con esto nos damos cuenta que vivimos en un mundo donde hay un uso del diseño constante y no lo tenemos tan presente. El diseño tiene que tener un proceso de fragmentación del problema, donde poco a poco se irá resolviendo por niveles. Hay que identificar variables, nuevas propuestas y que la gama de opciones sea mínima para cuando el diseño esté en su fase final. El diseño debe ser un proceso en donde la imaginación y la realidad tengan un balance tan perfecto como para crear algo nuevo.
Es interesantísimo para mí, ya que si estamos concientes de este proceso y lo aplicamos, podemos elevar nuestra ejecución en la mayoría de nuestras actividades tanto cotidianas como artísticas. Todo esto se basa en la creatividad, que muchos suelen decir que no la tienen; pero esto no es más que una limitación propia. La creatividad, para mi entender, es algo que se entrena, tú mismo le pones límites y tú mismo te desechas de ellos. Es con ella que logras hacer gran parte de tus tareas y es vital para el diseño. En el diseño, el equilibrio entre lo creativo e intuitivo y lo racional y racional es 100 % clave para poder llevar a cabo una ejecución de alto nivel y funcional sobre todo.
Todos podemos aplicar el diseño a nuestras vidas y desarrollar las variantes que este conlleva, como lo es la creatividad. Aun así, está claro que como futuro arquitecto debo desarrollar esta tarea más que otros. Debo entrenar ese balance perfecto que define el diseño; seguir sus procesos y la funcionalidad que crea. Tener momentos de lucidez con mis proyectos es vital y estar conciente de lo que hago sobre todo. Vivir conciente de que esto es una toma de decisiones estructuradas y que cada decisión que tome será clase para el desarrollo de lo que mi mente imagine y mis manos hagan.
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